11 de octubre de 2008

No soy la única

Le debo de caer bien a algún dios que ha hecho llegar a mis ojos, antes de comer, esta joya que me ha levantado el ánimo para todo el día.

Cierto es que no hay nada como disfrutar de un museo en la intimidad; el milagro que viví en los Uffizzi, la gloria silente de Villa Giulia, el diálogo en petit comité en la pinacoteca Ambrosiana...

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