20 de abril de 2010

Truño de Titanes

Este remake es lo que el neoclásico al clasicismo griego poniendo al mito original en el lugar de éste: un coso grandilocuente y soso carente de contenido, copiado de oídas. Hasta aquí la reflexión sesuda.

Hablando en lenguaje llano, es lo que podría relatarnos un hiperactivo cocainómano con seis cafés después de haberse visto la peli ochentera de fondo mientras jugada al God of War. El pinículo en cuestión es justo un videojuego con su introducción, sus bichos y su bicho final, sin mucha conexión entre sí.

Para que sólo resulte un truño y no un puto despropósito, tenemos que hacer un esfuerzo mental y convencernos de que no tiene naaaada que ver con la antigua Grecia y el hecho de que haya dioses que se llamen igual, construcciones parecidas y nombres similares es pura coincidencia. Liberados del peso del sentido común, nos vamos a un mundo donde el rollo dioses-hombres es totalmente distinto a lo que se entendía aquí hace unos cuantos milenios y lo intentamos ver todo sin ideas preconcebidas.

Encendemos la consola (digo, la tele) y nos sale la intro. Un pescador viejo (que es el monje de Dragonhearth pero desmejorao) encuentra una caja en el mar y dentro vienen un bebé rosita y una novia cadáver, bueno, un cadáver en general. Se queda al niño, lo cría y se le convierte en un marine norteamericano tanto en jeta como en cabezonería como en peinado. Él lo llama Perseo, pero nosotros lo vamos a llamar Soldau P.

Soldau P es el hijo bastardito de el Dios Brillante (que se fue a cazar a Edward Cullen y se hizo una armadura con su pellejo) y la cadáver, que tenía un marido que se cabreó mucho al descubrir que se la habían cicutriñado y no se le ocurrió mejor forma de cargársela que meterla en un tetrabrick y echarla al agua. Esa misma noche el Dios Brillante lo electrocuta, porque le va un poco eso de ser un macarra, y se queda feo. De cojones.

La humanidad está encabronada no se sabe muy bien por qué y se dedica a espurruñar estatuas y hablar mal de los dioses. Como tienen espíritu Sálvame, todo el mundo se ofende con todo y el hermano chungo del Dios Brillante lo soluciona matando gente, que es una forma muy sana u efectiva. En una de sus incursiones, el barco de Soldau P naufraga, toda su familia muere y él llega de milagro a una ciudad donde están poniendo verdes a los dioses, y donde ni corto ni perezoso el Hermano Chungo se da uno de sus garbeos asesinos y en mitad del paraflús se le ocurre un interesante experimento sociológico: o me sacrificáis a la princesita o me zumbo la ciudad.

Soldau P decide que eso no va con él, pero entonces aparece una pava y le convence de cargarse al Hermano Chungo, y como tiran más dos tetas que dos carretas, Soldau P acepta. Hasta aquí la Intro. Ahora, eliges personaje: puedes ser Soldau P, La Pava, el Veterano Cansino o el Jovencito Imberbe. Mejor, evidentemente, ser Soldau P.

En la primera pantalla nos pegamos con el Feo de Cojones, que viene con trampa: cuando sangra, crecen escorpiones. Mu grandes. Tienes que pegarte con todos esos bichos y cuandp te cargas dos, se activa un bonus y sale un mini-ent con un báculo a butano que te da vidas y controla bichos. Olifanteas a los escorpiones convirtiéndolos en cómodas roulottes y te vas a la siguiente pantalla.

La segunda pantalla viene con tres bichas de Guillermo del Toro que te pasas en un pis pás y que te mandan al siguiente bicho, un barquito con un señor muy feo donde interaccionas un poco con la Pava. Llegas a la siguiente pantalla.

La cuarta pantalla estás hasta los cojones y sólo quieres acabar, pero te tienen un rato persiguiendo a una psicópata con culebras en la cabeza, cosa que necesitas para matar al Bicho Final. Con unas cosas y con otras, vas muy pillao de tiempo pero te la zumbas y coges la cabecica.

Mientras, los del experimento sociológico han decidido cargarse a la princesita, quien por cierto no quería ser princesita sino cooperante, y la encadenan toda mona para que venga el Bicho Final a comérsela. Ahí aparece Soldau P volando en un jamelgo que ha aparecido en alguna pantalla indefinida mientras tú te aburrías y te cargas al bicho final. Hala. Todos felices. Tú no te das cuenta pero luego el Hermano Chungo y el Dios Brillante tienen sus más y sus menos, pero qué más da. Has salvado el mundo y perdido un tiempo valioso de tu vida. Además, ni siquiera las hostias son como panes, porque la cámara va a toda hostia y no las vives.

¿Hostias como panes? Spartacus, Blood an Sand. Altamente necesaria. Si estás deprimido y no quieres pensar y a ser posible quedarte sobado mientras te entretienen, Truño de Titanes es tu película. Sí, es una mierda, como prometía el tráiler, pero también me lo he pasado teta destripándola. ¡Hale!

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