10 de agosto de 2010

"Arretrataúras"

Hubo tiempo ha un top 3 de los mejores retratos de la historia, así que ya iba siendo hora de sacar otros tres del baúl de los recuerdos:

EL DESCONOCIDO QUE PONE OJITOS

Te viá hacer de tó, y te va a gustar... Y a mí también

Antonello de Mesina pintó a un Hombre Desconocido cerca de 1470 que nos sonríe de una forma un tanto inquetante. ¿Está el perro de Ricky Martin entreteniéndose mientras posa el retratado? ¿O ha sido más bien el pintor el que se ha entretenido con el modelo un rato antes de inmortalizar esas comisuras elevadas y esa mirada de "te ha gustado, tontuso"?

Al margen, se me parece a Lafayette de True Blood pero en blanco. Será por la cara de vicioso. Huy, ya lo he dicho...


EL MALO DE LOS MOSQUETEROS

El monarca nacerá, pero el tejemanejador se hace

Hacia 1640-41 cogió ese dios del mármol que fue Bernini los cinceles y tacatán-tacatún nos dejó a un señor escuchimizado que debía de lavarse el pelo ralo en Pascua los años bisiestos fosilizado en este busto. El cardenal Richelieu, archiconocido malo maloso de Alejandro Dumas, nos mira aquí con sus propios -y hundidos- ojos vidriosos, sin necesidad de actor alguno que se meta en su piel.

EVANGELICEMOS A GOLPE DE CRUCIFIJO

¿Quién decía que no se bautizaba? ¿Tú? Vamos a hablar un poco...

En 1620 una vez más es Velázquez quien los hace entrega de su calidad como retratista. Ésto sí es telepatía. La venerable hermana Jerónima fue una señora que decidió irse en cierto momento a evangelizar peña al culo del mundo. Su espíritu de decisión y su capacidad de resolución -que podemos traducir al lenguaje llano como "su cabezonería y su mala hostia"- los vemos cristalizar en esa mirada gorgónica y en la fuerza con la que engancha la cruz, que tanto vale para partir cabezas como para adorar al altísimo como para atravesar corazones de vampiros. Eso es polivalencia.


Nota: el título del post va en manchego profundo atávico, para dar a conocer este rico dialecto cuanto menos quijotesco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Dime cosicas bonicas!