26 de marzo de 2009

Helena de Troya


Cuando uno dice "Helena de Troya", lo más normal es que uno se imagine a una jovencita rubia monísima tras las murallas de la ciudad viendo cómo se descuartiza la gente por su culpa; pero, si remontamos en el mito, la pobre muchacha va dando que hablar ya desde sus orígenes.

Desde época homérica se atribuye su paternidad a Zeus. Hasta ahí, bien. El problema es que Zeus es un violador en serie, y en este caso tenemos cierto problemilla con la maternidad de la niña (estas cosas sólo pasan en Grecia): unos sostienen que es Némesis (una diosa que tiene su tela) y otros que Leda. En ambos casos, la nena nace de un huevo y es criada por Leda, que en una versión recoge el huevo puesto por Némesis y en otra lo pone ella misma.

En ambas versiones, el colega Zeus se transforma en cisne y se cicutriña a la señora de turno. Que tu madre se follara a un pato, por muy bonito que fuera, debe de infundir carácter.

La historia es que, en la versión en que Leda es la madre biológica, se supone que por las mismas fechas había fornicado con su marido mortal, Tindáreo, y tiene un embarazo múltiple ovo-fético con cuatro niños, los cuales cambian de padre según a quien leas. Aparte de Helena, nacen Pólux (que siempre es hijo de Zeus) y Cástor, que a veces es de Tindáreo y otras de Zeus, y Clitemnestra, que también es cosa de Tindáreo, siempre. Eso es un parto múltiple y lo demás son tonterías.

Resulta que siendo moza, Tindáreo, el padre putativo cornudo, decide hacer un cásting para casarla. Vienen griegos a puñaos y ella termina eligiendo, inexplicablemente, a Menelao, previo juramento de todos los candidatos a no darse de hostias por ella.

El siguiente episodio de su vida es el que la condena, pero ella no tiene la culpa: Afrodita hace que se enamore de Paris como pago para que él la eligiese como la más bella de las diosas (que tiene cojones). Tras lo de Troya, que todos sabemos lo que pasa, se vuelve con Menelao a Esparta (le cuesta ocho años a la pobre). A partir de aquí las versiones discrepan: en alguna acaba divinizada, en otras muerta de diversas y creativas maneras.

Su drama no acaba ahí. Todos los hijos que tuvo con Paris acaban muertos. Su sobrino se carga a su hermana, que previamente se había cargado a su cuñado. Sus hermanos se ven envueltos en un chanchullo con Zeus de inmortalidad. Mientras vive en Troya todos la miran mal, y la consideran un putón verbenéreo cuando parece ser qué más bien es un instrumento del destino.

Rascar debajo de los estreotipos mitológicos que ha explotado el cine y encontrarte explicaciones, genealogías y todo un parentesco en plan "el hijo de la prima del guerrero que lucha contra la sobrina del padre adoptivo del maestro del héroe de turno" me fascina. Para empezar, nada mejor que un diccionario mitológico, como el Grimal. Luego ya puedes meterte con Homero, que es droga dura, o con la tragedia, que no queda ni el apuntador...

1 comentario:

  1. Yo creo que con la mitología griega pasó un poco lo que con la Marvel / DC (o más bien al revés)

    Cada autor se ha ido inventado el mito como le ha dado la gana (la gente seria dice "interpretado el mito"). Así que no es que no sea coherente, es que no pretende serlo. Será más tarde, con nuestra obsesión por la coherencia, que intentaremos darle sentido a un tema que, para sus autores, en realidad no tenía importancia.


    Esto es especialmente cierto con los trágicos, yo creo que se descojonaban del mito. Para ellos sólo era un pretexto para poner a un porrón de gente llorando sobre el escenario y si queda bien que el padre sea uno u otro, pues se cambia sobre la marcha y tan amigos :)

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