17 de enero de 2010

Bésame mucho (tirorí tirorí)

Vamos con dos obras separadas por unos cuantos siglos en el tiempo y años luz en cuanto a doctrinas estéticas y que tienen en común el noble arte del morreo. Primero os las cuento y luego pasamos a divertirnos con las similitudes, que es lo que mola.

Primeramente, aquí tenemos a Giotto ilustrando en la Capilla de la Arena ése pasaje llamado "el abrazo ante la Puerta Dorada" que tan bien relatado viene en el Evangelio de la Natividad de María. No encontraréis esta historia entre los cuatro evangelios canónicos, pero eso en estos tiempos se la soplaba bastante al personal. Hay otra versión en el Protoevangelio de Santiago, pero es más sosa y no sale la puerta dorada explícitamente, pero da igual. Aprovecho para advertir a los amantes de conspiraciones danbrownianas de que en la mismísima BAC (biblioteca de autores cristianos) tenemos una edición de los Apócrifos trilingüe al alcance de cualquier bolsillo; es decir, que no los tienen guardados bajo siete sellos y un Fluffly en el Vaticano.

Extraemos el cacho de texto que nos importa: Así, pues, levántate, sube a Jerusalén, y, cuando llegues a la llamada Puerta Dorada, allí, a manera de signo, encontrarás a tu esposo, sobre cuyo paradero anda inquieta tu alma.





Cuán lógico es meterle la lengua hasta el corvejón a tu marido cuando llevas un par de días sin saber si se lo han comido los bichos del campo, máxime si te acaba de decir un ángel que te va a hacer madre a pesar de tu menopausia.


En segundo lugar, tenemos un cacho de piedra obra de ese escultor genial llamado Brancusi que ostenta el título de "The Kiss". Sencillo y evidente.




Ahora vamos a verlos junticos.







Siguen la misma idea de "dos en uno": de dos seres diferenciados, cogiendo el perfil de cada uno y uniéndolo en un símbolo humano de conexión como puede ser un beso, se crea un tercer rostro conjunción de los anteriores. Salvando las distancias y la intencionalidades, es lo mismo. La mentalidad humana no ha cambiado tanto. Ahora, mente en blanco y elucubrad sobre el tema...

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