7 de enero de 2010

Cortando pellejico


Aviso a navegantes: esta imagen puede herir la sensibilidad de los ejemplares masculinos.

Aprovechando que por estas fechas se conmemora el nacimiento de cierto personaje, la desgracia que acarreó para sus neonatos coetáneos, la visita de los lejanos astrólogos y demás, hay que ilustrar cierto punto que no tiene fiesta divertida pero a los señores que colocaban ciclos de la infancia en sitios les encantaba reseñar: el momento circuncisión.

Como una imagen vale más que mil palabras, ahí dejo un ejemplo pétreo traído de Chartres que se regodea exquisitamente en la escena de mutilación del pinganillo.


-Venga, hijo, que es sólo un cortecito...
-¿Hijo? Tú no eres mi padre, desgraciao...

-¿Y con el colgajo que hacéis?
-Bueno, normalmente un canapé,
pero éste lo vamos a amojamar
que fijo que se revaloriza...
Por cierto, engancha el pañal cuando
puedas que también nos lo quedamos.

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