17 de enero de 2010

Maravillas

Rescato un post del año de la castaña de un blog que ya pasó a la historia y lo reedito un poco. Me dio por hacer mi propio elenco de maravillas piedrohistóricas, siguiendo mis propios criterios, que son un tanto inescrutables.






Llegar aquí es un auténtico triunfo. Tienes que cogerte un autobús cutrísimo en Viterbo y luego andar como un desgraciado hasta el fondo de un valle, donde te clavan 8 euros por entrar. COmo sueles llegar muerto de hambre te comes el rancho de pasta fosilizada que tienen en el "snack-bar" aun a riesgo de que te reviente el intestino. Aun así, el lugar lo vale. Verlo con tormenta, trueno y luces fantasmagóricas no tiene precio...


QUIMERA DE AREZZO





Se supone que es un bronce etrusco, aunque hay gente que la sitúa en el siglo XII, pero de todas maneras me la sopla. Si la hubiera hecho Boccioni me emocionaría igual.

CÁTEDRA DE MAXIMIANO




Sí. Es una silla. De marfil. Con todas las piezas. De Marfil. Ivorio. Y tiene quince siglos y está tan pancha. Dejando a parte la iconografía inspirada en los apócrifos variados, con su historia de la partera y el agua amarga y demás. 35 minutos de reloj puedes estar dándole vueltas, babeando y cagándote en la madre del museólogo que la colocó en ese puto vestíbulo mal iluminado mientras remozan el maldito espacio.


CATEDRAL DE BOURGES




Porque sus proporciones no tienen nada que ver con la Ille-de-France, porque tiene bóveda sexpartita y porque Karge dice que infuyó en la primera cabecera de Burgos, y lo que dice Karge va a misa. Te mueres de la impresión al verte ahí dentro.


VILLA ADRIANA




Hectáreas y hectáreas de opus reticulatum y edificios de cemento romano que tardas un día entero en recorrer y que han sobrevivido más de un milenio obstinadamente. Más impresionante que Ostia y teñido de la nostalgia triste por Antinoo (a quien se comió un cocodrilo en el Nilo, o eso dicen por ahí).


HAGIA SOPHIA





Ejem. Qué decir de la joya de la Primera Edad de oro Bizantina. Antemio de Troyes y su colega hicieron un gran trabajo, aunque fuera Justiniano quien lo pagase y se llevara parte de la gloria. Algo de su glamour viene de haber sido mutilada y haber sobrevivido a iconoclastas, cambios de religión y demás y seguir acogiendo turistas todavía.


SAN MARCO DE VENEZIA



Mosaicos. Mosaicos. Mosaicos. Mosaicos. Y muchas, cúpulas, vale... Pero MOSAICOS. Resplador dorado hasta donde alcanza la vista, con un repertorio iconográfico acojonante pidiendo a gritos atención, cariño y amor por parte del observador. Si la Jerusalén Celestial tuviera un vestíbulo, sería éste. Qué decir, además, de la Pala D'Oro. ¿Me lleva alguien a Venecia, por favor?


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