15 de diciembre de 2010

Manuscritos negros

Quiero dejar constancia oficial de que si algún día me vuelvo obscenamente rica, quiero un facsímil de uno de éstos. Son muy pocos los de su clase; el pergamino, tratado con tinta negra, se vuelve sumamente frágil en el proceso. La tinta, con sus colorines, resalta de una forma que no estamos acostumbrados a ver en los libros habitualmente; y la profusión de decoración, en un horror vacui sobre fondo oscuro, es una delicia.

Gracias a intenné, tenemos uno de ellos exquisitamente foliado para poderlo disfrutar desde el sillón de casa, con su explicación correspondiente (en el idioma de Albión). Un par de imágenes nada más dejo, para inflamar la imaginación o curiosidad de cada cual; a partir de ahí, cada uno con su vicio.





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