31 de julio de 2011

Ironclad ("Templario")

Spoilers a carretillas.

Ir a ver una peli de medievales repartiendo galletas a diestro, siniestro y atravesado siempre es un buen plan. Si es buena, disfrutas; si es mala, luego tienes un plus para destriparla alegremente y bailar sobre sus entrañas desmembradas en despropósitos históricos y conceptuales.

Esta película, en concreto, llevaba un plus: el cartel prometía, claramente, que "Heavy Metal goes medieval". ¿Es necesario más reclamo? ¿Hay combinación más acertada?



El tráiler, además, no defraudaba en este aspecto:



Espadones, sangre y asedios. ¿Qué más quieres? Ah, sí, el contexto histórico. Por ahí se leía que era Juan Sin Tierra bregando con su mediocridad después de la movida de la Carta Magna. Bueno, tenía sentido. Una excusa como cualquier otra. Se veía también a una moza arma contundente en mano (probablemente exigencias de producción, que parece que una pava metiendo leña sube la audiencia) y un señor disfrazado de templario (el Marco Antonio de la gran serie Roma).

Bueno, pues con toda la inocencia del mundo va una a ver el "flin" y, a pesar de ir a ver sangre, la que hierve es la propia cuando empiezan a cagarla con los discursitos absurdos y la maldición de William Wallace: utilizar la palabra "libertad" como una razón-comodín para todas las rebeliones del mundo mundial, como si los señores del siglo XIII entendiesen el concepto como lo hacemos ahora. No queda sino fliparlo. El documento fue un avance del copón, cierto es, pero no se dice en ningún momento "Eh, hemos inventado el embrión del Parlamento", sino que se llenan la boca con un "estamos luchando por el pueblo" (el pueblo, señoras y señores, en una sociedad donde seguía habiendo siervos a cascoporro) al más puro estilo Revolucionario Superguay.

En fin, logrando obviar eso, está el tema de "soy un protagonista con un pasado ojcuro y torturado, misterioso y machote, que os va a salvar el culo a todos con los poderes del Temple". Va muy bien para una peli de estas características, lo reconozco, pero combinado con la Medievala Guay da un poco de repelús. La Medievala Guay está casada por intereses (como todo cristo con algo de pasta en el momento) con un viejo, y se aburre, y cuando ve aparecer al templario molón descubre lo que viene siendo, mayormente, un calentón. La pava se agarra a la táctica de Soy Cansina Porque Las Hormonas Me Han Hecho Así y no deja de darle la brasa tirando la piedra y escondiendo la mano. ¿Tensión sexual? Los cojones. El hombre ahí con sus votos y su tortura interior y la otra con ganas, mayormente, de echar un kiki con el tipo del mandoble, en vez de preocuparse por sobrevivir a un asedio de meses y una horda de daneses psicóticos. Que me hagas caso, que me dejes en paz. Que me hagas caso, que me dejes en paz. Anda tonto, que te va a gustar; quita coño, que te he dicho que no. ¿Ah, no? Pues te enseño cacha. Tirada de voluntad pifiada. Exigencias de producción. Si algo me gustó de la peli de Solomon Kane es que no había necesidad de que nadie se enrollase con nadie. Supongo que aportará algo a la historia del templario torturado, pero los argumentos que da ella tan peregrinos no contribuyen demasiado a la profundidad del personaje, sólo le dan puntos de cansina.

Por supuesto, no queda ni el apuntador. El final me fascina: se pasan meses de asedio defendiendo una causa y, cuando todo termina, se la pela totalmente quién es el rey nuevo, cómo va el tema, en qué condiciones y demás. No, si yo ya he encontrado moza, a mí me la ventila el siguiente paso.

Además, el Heavy Metal brilla por su ausencia. ¿Dónde está? Toda la santa película esperando que en alguna batalla asomase y nada. Eso, hijos míos, es publicidad engañosa, al menos en mi pueblo. Veredicto: la peli se deja ver bastante y tiene momentos tirando a gloriosos, sobre todo por el proceso de ataques y asedio, bastante bien reflejado, aunque con algunos momentos McGyver/Equipo A que no dejan de chirriarme un poco, pero para eso es ficción y no un documental. El rey John está estupendo, he de admitirlo. Toda mi existencia me lo había imaginado con unas pintas semejantes.

¿Para cuándo una peli de medievalos con mentalidad medievala de verdad?

1 comentario:

  1. Suscribo. Y añado a la moza sin saber empuñar una espada y, pocas escenas después, repartiendo leña danés tras danés.

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